Fundador de los semanarios EL RESTAURADOR y LA PAZ CRISTIANA, que se publicaron ininterrumpidamente durante 14 años.
Rafael quedó huérfano de padre a los 5 años. Gracias al esfuerzo de su madre Justina pudo estudiar, primero en el Colegio de la Concepción de Ontinyent, y luego en el Colegio de Vocaciones Eclesiásticas de San José en Valencia. En ambos centros estuvo en concepto de fámulo.
Recibió la orden sacerdotal a finales de 1907. Tras ejercer su ministerio en Benimasot, Masalavés, Manuel y Carlet, fue destinado como arcipreste a Santa María de Ontinyent.
Hay que destacar que cada uno de sus traslados provocó un alud de protestas de los vecinos que no querían quedarse sin su cura Rafael. Su traslado de Manuel a Carlet exigió la intervención del arzobispo. Monseñor solicitó al alcalde de Manuel que, por favor, calmara los ánimos de los vecinos que no paraban de enviar protestas.
En 1923 creó la primera Junta para las fiestas de la Purísima, patrona de Ontinyent, donde realizó una infatigable labor pastoral e impulsó numerosas reformas arquitectónicas.
Fundó los semanarios EL RESTAURADOR y LA PAZ CRISTIANA, que se publicó ininterrumpidamente durante 14 años. En ambas publicaciones escribiría numerosos artículos, muchos de ellos dedicados a Aielo, a cuyas fiestas de agosto acudía casi todos los años. Asimismo escribió un drama lírico en verso titulado “San Engracio, o La semilla de cristianos” para celebrar el Centenario de la Exhumación del Cuerpo de San Engracio.
Tras la proclamación de la República, en 1931 fue desterrado de Ontinyent. Pasó unos días en Bocairent hasta que consiguió autorización para residir en su pueblo. Durante su estancia en Aielo recibió tantas visitas multitudinarias, y fue tal el escándalo, que las autoridades decidieron que regresara a su parroquia de Ontinyent.
Profundamente deprimido por la situación política, en 1933 viajó a Roma, de donde regresó enfermo. Falleció el día 29 de noviembre a la edad de 51 años.