Desaparecido el Imperio Romano, Aielo –Aggellu, diminutivo romance del latín agger, que significa “muro defensivo”–, como casi toda la península, quedó integrada en el reino de los visigodos, uno de los pueblos bárbaros germanos que consiguieron doblegar al Imperio Romano.
A partir del año 711 –durante los siglos VIII al XIII – los musulmanes, nuevos conquistadores, se establecen en las alquerías de Cria Vella, Porçons, Cairent y Aielo. Esta última fue elegida por su situación estratégica junto al barranco y facilidad de defensa.
Puede decirse que esta alquería es el verdadero origen del pueblo y la única que subsistió tras la colonización feudal del siglo XIII. La presencia musulmana trajo consigo una revolución agrícola que determinaría el futuro del territorio valenciano: la creación de pequeños huertos –alimentados mediante un sofisticado sistema de regadío– que coexistirán con la agricultura extensiva de cereales, vides, olivos y algarrobos.
La conquista de Xàtiva en 1244 por el rey Jaime I marca el inexorable inicio de la expulsión de los musulmanes y cristianización de toda la comarca, incluidas las alquerías de Purçons, Cairent, Cria Vella y Aielo. Durante la segunda mitad del siglo XIII Aielo se convirtió en un refugio para los moros supervivientes de la guerra de 1248, culminando con la obtención, en 1272, de una protección especial de la Corona a través de un estatuto de autonomía local. En este momento se concentró la población de las alquerías en un solo núcleo, Aielo.
Sin embargo, este trato especial duraría poco y acabaría definitivamente tras la segunda revuelta general de los musulmanes valencianos que se alzaron esperando la llegada de tropas procedentes de Granada, y que fueron derrotadas por Pedro III de Aragón (I de Valencia), llamado el Grande, hijo de Jaime I el Conquistador. A partir de este momento y durante los siguientes años se inicia la adjudicación de tierras y alquerías a los nobles que lucharon junto a los vencedores, iniciándose el periodo medieval con el dominio de los señores feudales.
El primer señor de Aielo del que tenemos registro histórico fue Fort Descoll, vecino de Xàtiva. Durante su época se sucedieron la Guerra de la Unión (1347-1348) y la Peste Negra (1348) que dejaron arrasado la Vall d’Albaida.
En 1372 Pere Català, señor de Agrillent, compró la alquería de Aielo, covirtiéndose en el segundo señor feudal del que tenemos constancia documental.
En 1373 vivían en el pueblo 9 familias de colonos musulmanes, 4 de ellas “pobres de solemnidad” y exentas de pagar impuestos.
Los terceros señores de Aielo fueron los judíos conversos Manuel Salvador padre y Manuel Salvador hijo, que no tardaron en vender la alquería a la familia de los Garrigós, vecinos de Xàtiva, quienes conservaron Aielo durante más de 20 años.
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